Estamos en invierno y esos aguaceros de las tardes me dan UN frío en el cuerpo y hasta en el alma que no me van a creer; especialmente si como yo, están perdidos meteorológicamente hablando y esto hace que en la mañana nos dejemos engañar por el solcito casi decembrino y cometan mi error de ir con vestido sin mangas a la oficina (en el caso de las mujeres por supuesto).
Con el aire acondicionado, la lluvia, etc. el viento se metió por todo lado y solo agradecí que el tramo de la oficina a mi casa fuera de solamente unos kilómetros. Finalmente llegué a la casa, me puse una pijamita calientita y ahora si, ¿qué comer?
Según dicen por ahí no hay nada como una buena sopita de pollo para calentarse pero no tenía pechugas con hueso además de que yo quería comer como YA. Afortunadamente tenía caldo de pollo congelado (usualmente yo hago caldos y congelo previendo ocasiones como esta) y había comprado unos hermosos tomates en la feria el sábado.
Fue así como me puse a hacer esta riquísima y económica sopa de tomate utilizando el principio de la Sopa Azteca liviana, por lo que puse a asar los tomates y el resultado fue una deliciosa sopa con un ligero sabor acaramelado sencillamente delicioso.
SOPA CREMOSA DE TOMATE
Ingredientes para 2 porciones:
4 tomates maduros medianos partidos en 4 gajos
4 dientes de ajo pelados enteros
1 cebolla mediana cortada en 4 gajos
2 cucharadas de vinagre balsámico
1 ½ cucharadas de azúcar
15 hojas de albahaca
Cantidad necesaria de caldo de pollo
Sal y pimienta al gusto
Queso parmesano para poner por encima
Preparación:
En una bandeja de horno poner: los tomates, ajo, cebolla, azúcar, vinagre, sal y pimienta. Mezclar bien y hornear a fuego alto hasta que estos elementos se doren (no se quemen).
Una vez horneados, colocar los ingredientes (jugos y costritas incluidas) en una licuadora y agregar un poquito de caldo de pollo (no mucho para que no quede muy líquida) a penas lo que se ocupe puede ser ½ taza dependiendo de qué tan jugosos estuvieran los tomates. Una vez que ya está licuado, agregue las hojas de albahaca y licúe de nuevo.
Ponga la sopa en una olla, hierva y sirva con un poquito de queso parmesano o un emparedado de queso. Es importante que sepa que la textura de esta sopa es rústica, si la quisiera más fina puede colarla pero yo pienso que no vale la pena ya que es precisamente esto y no crema dulce lo que la hace cremosita y sustanciosa.
Pueden imaginarse que apenas estuvo, me senté a ver mi programa favorito en el sillón, con cobijas y mi deliciosa sopita… Aaaaahhhh qué delicia!!!! Hoy amaneció nublado, así que aproveche para chinearse hoy en la noche!
Pues de mi también rústica sopa de pan, alternaré con tu propuesta de tomate!!! Parece que el fin de semana seguiremos con lluvia, perfecta excusa para probarla!!!
ResponderEliminarSi, estuvo lluvioso sobre todo ayer...
ResponderEliminarEspero que la hayas disfrutado!